El Espíritu Santo es nuestro encendedor

Reverendo Ronald Green

Si nos preguntáramos ¿qué busca Dios en su Iglesia? Nos daríamos cuenta que no es la cantidad de programas, ni personalidades ni plataformas. Dios quiere ver cuánto del Espíritu Santo está operando en Su iglesia. Quiere verlo de tal manera que la cultura que nos rodea solo pueda volver la cabeza hacia nosotros y decir: "Vaya, su impacto es grandioso".

A medida que sigamos al Espíritu Santo, seremos equipados para hacer avanzar la agenda del Reino de Dios al promover soluciones del Reino a los problemas de la vida. Solo podemos hacer esto priorizando la presencia del Espíritu Santo para que pueda ser liberado para marcar el comienzo de un cambio radical en nuestras vidas y en nuestra cultura.

Ya sea que un jugador de baloncesto esté encestando cada canasta cada vez que lanza la pelota, o que un jugador de béisbol esté golpeando cada lanzamiento, la gente dice cosas como: "Están en la zona". En otras palabras, están en el flujo donde todo hace clic para ellos y todo se une como debería. El Espíritu Santo puede hacer lo mismo por nuestras familias, iglesias y ministerios. El Espíritu Santo quiere que todos nosotros como seguidores del Reino vivamos en la zona espiritual. Nos quiere en Su fluir. Él quiere que mantengamos nuestros tanques tan llenos de Él que pueda alimentar nuestros pensamientos y decisiones para traer la gloria de Dios. Para mantener un tanque lleno del Espíritu Santo, debemos estar dispuestos a permitir que arda siempre. El Espíritu Santo es nuestro encendedor. Debemos dejar que arda completamente dentro de nosotros para que podamos experimentar su poder. El Espíritu Santo es responsable de capacitarnos para mostrar el poder dentro de nosotros.

¿Cuántos de nosotros alguna vez experimentamos la sensación de tener una batería agotada en su automóvil? Se necesita una carga activa de otra batería que esté operativa para conectarla a nuestra batería agotada para poner en marcha nuestro automóvil. El automóvil no pudo moverse hasta que alguien transfirió la energía necesaria.

La Biblia contiene toda la información que necesitamos para vivir nuestras vidas al máximo. Pero, si no estamos debidamente conectados con el Espíritu Santo, no significará nada. No podremos ir a ninguna parte. La información sin poder es solo información. El Espíritu Santo debe suministrar el poder que necesitamos para permitirnos usarlo. Sin el Espíritu Santo estamos espiritualmente atascados. Cuando Jesús ascendió al cielo y dejó a sus seguidores en la tierra, nos dejó a nosotros los "Dunamis". Esta es la palabra que usa el griego original para describir el poder que Jesús dejó en la persona del Espíritu. La palabra "Dunamis" puede sonarnos familiar porque es la palabra de la que derivamos nuestra palabra en inglés, dinamita. Eso es poder explosivo. Ese es el poder que cambia la vida. De hecho, ese es el poder que cambia el mundo. Es el poder que necesitamos en nuestro caminar diario con Cristo. No tengamos miedo de pedir que el Espíritu Santo nos brinde sabiduría y nos enseñe los caminos que verdaderamente importan, y que el Espíritu Santo nos siga moviendo.

El reverendo Ronald O. Green es un ministro de área jubilado.